viernes, 29 de junio de 2007

EPICTETO “EL ESCLAVO FILÓSOFO”




Epicteto (55 - c. 135)

Fue un filósofo griego, de la escuela estoica, que vivió la mayor parte de su vida como esclavo en Roma. De su enseñanza se conservan un Enchyridion o "manual", y unos Discursos editados por su discípulo Flavio Arriano.

Epicteto nació en el año 55 en Hierápolis de Frigia (actualmente Pamukkale, en el sudoeste de Turquía. Aún en su infancia llegó a Roma como esclavo del liberto Epafrodisio, que a su vez había servido como esclavo del emperador Nerón; a instancias de Epafrodisio, estudió con el filósofo estoico Musonio Rufo. Su nombre (del griego, epiktetos, "adquirido" o "comprado") viene de esta época; se ignora su nombre de nacimiento.

La fecha de la manumisión de Epicteto es incierta; se sabe que alrededor del año 89 fue exiliado, junto con los restantes filósofos residentes en Roma, por el emperador Domiciano. Se trasladó a Nicópolis, en el noroeste griego, donde abrió su propia escuela, donde concurrieron numerosos patricios romanos. Entre ellos se contaba Flavio Arriano, que llegaría a ser un respetado historiador bajo Adriano y conservaría el texto de las enseñanzas de su maestro. La fama de Epicteto fue grande, mereciendo —según Orígenes— más respeto en vida del que había gozado Platón.

Las enseñanzas de Epicteto tenían su base en las obras de los antiguos estoicos, de las que hoy nada se conserva; se sabe que se aplicó a las tres ramas de la filosofía en la tradición de la Stoa, lógica, física y ética. Sin embargo, los textos que se conservan tratan casi exclusivamente de ética. Según ellos, el papel del filósofo y maestro estoico consistiría en vivir y predicar la vida contemplativa, centrada en la noción de eudaimonía ("felicidad"). La eudaimonía, según la doctrina estoica, sería un producto de la virtud, definida mediante la vida acorde a la razón.

Además del autoconocimiento, la virtud de la razón estoica consiste en la ataraxía ("imperturbabilidad"), apatía ("desapasionamiento") y las eupatías ("buenos sentimientos"). El conocimiento de la propia naturaleza permitiría discernir aquello que el cuerpo y la vida en común exigen del individuo; la virtud consiste en no guiarse por las apariencias de las cosas, sino en guiarse para todo acto por la motivación de actuar racional y benevolentemente, y, sobre todo, aceptando el destino individual tal como ha sido predeterminado por el hado.

Entre lo poco que se conoce de la física de Epicteto está su noción de la naturaleza de la inteligencia, a la que consideraba —de manera materialista— una penetración del cuerpo intangible del dios en la materia. Todos los seres participarían de la naturaleza divina, en cuanto ésta es la que impone las formas esenciales al caos de la materia; la racionalidad del hombre le permitiría una forma más alta, autoconsciente de participación.

Algunas de las Frases celebres de Epicteto

· No pretendas que las cosas ocurran como tú quieres. Desea, más bien, que se produzcan tal como se producen, y serás feliz.

· Un barco no debería navegar con una sola ancla, ni la vida con una sola esperanza.

· La felicidad no consiste en adquirir y gozar, sino en no desear nada, pues consiste en ser libre.

· El infortunio pone a prueba a los amigos y descubre a los enemigos.

· El deseo y la felicidad no pueden vivir juntos.

· El hombre sabio no debe abstenerse de participar en el gobierno del Estado, pues es un delito renunciar a ser útil a los necesitados y una cobardía ceder el paso a los indignos.

· ¿Qué ganarías con injuriar a una piedra que es incapaz de oírte? Pues bien, imita a la piedra y no oigas las injurias que te dirijan tus enemigos.

· El exceso de cólera engendra la locura.
· Si no tienes ganas de ser frustrado jamás en tus deseos, no desees sino aquello que depende de ti.



La envidia es el adversario de los más afortunados.

martes, 26 de junio de 2007

SOMOS ESTOICOS

Haciendo uso de mi imperturbable gracia, te brindo la oportunidad de recordar a groso modo lo importante que fuimos los estoicos en la época de la gran Roma así que te haré un pequeño resumen acerca de la influencia que ejercimos para el momento en que surgía el “Humanismo”

La filosofía estoica nació en Atenas cerca del año 300 a.c.. Su fundador fue Zenón quien juntaba a sus discípulos bajo un pórtico donde hacían grandes disertaciones acerca del hombre y de su naturaleza.
Los Estoicos pensaban que cada ser humano es como un mundo en miniatura, un microcosmos, que a su vez es reflejo del macrocosmos. A medida que fueron avanzando las disertaciones acerca del tema surgió la idea, para los estoicos, que existe un derecho universal llamado “Derecho Natural” por lo tanto desestimaron todas la leyes por considerarlas violatorias a la naturaleza misma del ser, de lo que ellos llamaban (imitaciones inútiles de la naturaleza misma) así que causaron gran aceptación en las clases bajas y esclavos por ser considerados iguales por ley natural.
Rechazaban la idea de un antagonismo entre espíritu y materia, planteada por los sofistas.
Sostenían además que todos los procesos naturales, tales como la enfermedad y la muerte, siguen las inquebrantables leyes de la naturaleza. Por tanto el ser humano debe conciliarse con su destino porque nada ocurre fortuitamente, decían: .
Los estoicos pertenecían a una comunidad cosmopolita, por consiguiente, más abiertos a la cultura contemporánea, su clase social era media-alta, generalmente por linaje y varios de ellos llegaron a obtener cargos públicos importantes, tales como el emperador romano Marco Aurelio (121-180 d.c), el filósofo y político Cicerón (106-46 a.c) El fue quien formuló el concepto de Humanismo, es decir esa idea de colocar al individuo en el centro; y el gran Séneca quien dejó su frase “el ser humano es para el ser humano, algo sagrado”.
Por último ilustre amigo, los estoicos sostenían que el ser humano debía reaccionar con la misma tranquilidad ante las circunstancia felices como de las desgracias y aceptar lo que por ley natural nos pertenece. Incluso, hoy en día cuando se habla de “una tranquilidad estoica”, se refiere justamente cuando una persona no se deja llevar por sus sentimientos, sino que acepta la ley natural de las cosas.Si quieres podríamos remembrar aquellas largas disertaciones que hacíamos tu y yo para esa época. Tu amiga....La Estoica Prisesnna Arges 26/06/07

miércoles, 6 de junio de 2007

Para mis Amigos




Amigos, son aquellos que se quedan dormidos escuchando nuestras penas, los que se ríen de nuestro mal aspecto en un día feriado ...y no nos cae mal.



Los amigos son un remedio a la soledad y el silencio, son el descanso del alma cuando la agitación de la vida nos deja sin aliento.



A un amigo se le puede contar lo que no nos atrevemos a confesarnos a nosotros mismos... y nos entiende ... nos reta, ...y nos quiere igual.



Un amigo es el cielo, porque el cielo se hace presente cuando las penas marchitan los momentos y se oye una música, aún cuando no la haya, silbada en el viento, es la voz del amigo que ha llegado a tiempo